Salamanca en 3 días

Tres días no son unas vacaciones, pero ofrecen la posibilidad de encontrar nuestros propios ritmos de descubrir y disfrutar, que muchas veces tienen que ver con no hacer nada, sentarse y ver la gente pasar, y dejar que sea ella, la ciudad, quien nos cuente y nos encuentre. Un placer y un antídoto contra los males del cuerpo y el espíritu.

Primer día

Con la información que nos ofrecen en la Oficina de Turismo podemos elegir entre hacer una visita con un guía profesional, conocer la ciudad a nuestro aire con una audio guía o tomar el trenecito turístico, que es una buena opción si queremos tener una primera visión general de la ciudad (la salida se encuentra en la Plaza de Anaya). Adquirimos en la Oficina de Turismo la tarjeta turística Salamanca Card, con la que obtendremos importantes descuentos en la entrada a diversos monumentos.Tras visitar la Plaza Mayor y las Catedrales, subimos a las Torres Medievales de la Catedral para disfrutar de las vistas desde el interior de los templos y desde las terrazas exteriores.
Dejaremos también un tiempo para las compras. La zona comercial está situada hacia el norte, en las calles Toro, Zamora y alrededores; también puedes pasar por el Mercado Central, junto a la Plaza Mayor, donde además de adquirir algún producto de la tierra puedes tomarte un café o un vino. En la calle La Rúa encontramos tiendas de recuerdos, souvenirs y embutidos.
Después de adquirir algún detalle continuamos con la visita a las diferentes estancias del Edificio Histórico de la Universidad: los claustros, la biblioteca, las aulas, el paraninfo o el Cielo de Salamanca.
Comida en un restaurante de comida tradicional, platos castellanos y productos de la tierra.
Por la tarde visitamos el Museo Art Nouveau Art Déco, donde podemos tomar un refreso o café, y consultamos la agenda cultural para asistir a alguna obra teatral en el Teatro Liceo.
Acabamos la jornada de tapas por la zona de Van Dyck para después tomar una copa o un coctel en los bares del centro.

Segundo día

Por la mañana Desayunamos en una terraza de la Plaza Mayor para tomar fuerzas y visitamos la Casa de las Conchas, la Universidad Pontificia y las Torres de La Clerecía. Desde aquí podemos iniciar un paseo muy agradable por la calle Compañía deteniéndonos en la Iglesia de San Benito, el Palacio de Monterrey, propiedad de la Duquesa de Alba, y la iglesia de La Purísima, con su cuadro de la Inmaculada de Ribera. Más adelante se encuentra un bello rincón de la ciudad, la plaza de las Úrsulas, con el Convento de Las Úrsulas y la casa en la que vivió Miguel deUnamuno, rector de la Universidad.
Comida de estrella Michelín en el restaurante Víctor Gutiérrez.
Por la tarde, de compras por la zona comercial. En la calle Toro puedes visitar la tienda de Zara, un espacio singular por estar levantada sobre los restos de una antigua iglesia. Después nos detendremos en los Conventos de San Esteban y Las Dueñas y el Patio de la Salina.
A pocos kilómetros de la capital podemos elegir entre hacer una cata de vino en la Hacienda Zorita, visitar una ganadería de toros bravos o dar un paseo en barco por los arribes del Duero. Los más atrevidos pueden optar por un vuelo en helicóptero o en globo.
Cena de tapas por el centro o la calle Van Dyck.
Cuando ya ha caído la noche y los edificios se iluminan, merece la pena hacer una visita guiada nocturna con la que descubrir las leyendas y anécdotas de los monumentos. Terminamos conociendo la marcha de la ciudad sin perder detalle de la decoración de los bares.

Tercer día

Este tercer día lo comenzamos con un paseo por el Puente Romano, junto al río, en el que pasaremos por la Iglesia de Santiago y el Museo de Historia de la Automoción. En el Centro de Interpretación del Patrimonio Arquitectónico y Urbano de la ciudad, Monumenta Salmanticae, ubicado en la iglesia de San Millán, nos acercaremos al patrimonio monumental del centro histórico a través de las nuevas tecnologías. Después entramos en el Huerto de Calixto y Melibea y la Cueva de Salamanca.
Descubre la cocina de autor charra, creativa, vanguardista y divertida.
La tarde la podemos dedicar a ver una exposición en el centro de arte contemporáneo DA2 o asistir a alguna actuación de artes escénicas en el Teatro Liceo o CAEM. El Museo de Art Nouveau Art Déco es también una visita imprescindible. En el Barrio del Oeste puedes disfrutar del arte a pie de calle, sí, es la Galería Urbana. Se trata de un barrio en el que podemos encontrar intervenciones pictóricas de trapas, fachadas y edificios completos, árboles forrados con tejidos de punto “Urbanknitting” , la implantación de contenedores vegetales; jardines y huertos verticales; signos de naturaleza y ciudad. En www.galeriaurbanasalamanca.es puedes encontrar más información, realizar las rutas por las obras y descargar la aplicación móvil.
Otra manera amena, divertida y dinámica de conocer la ciudad es a través de las rutas guiadas en bicicleta. Se ofrecen en varios idiomas y de la mano de guías oficiales. www.itinerante.es y http://www.bikecicletassalamanca.com/.
Puedes combinar en un mismo paseo el disfrute de nuestro patrimonio cultural e histórico con la observación de las poblaciones de aves y de las riberas del Tormes. www.iberiabird.com te ofrece una gran variedad de rutas ornitológicas y de naturaleza.
También podéis visitar una fábrica de jamón de Guijuelo o una quesería y dar un paseo a caballo. En la provincia son lugares de interés Ciudad Rodrigo, La Alberca, Candelario, Ledesma … y si te gusta pasear y disfrutar del aire libre, los caminos de arte en la naturaleza resultan una opción atractiva. Son senderos circulares, en plena Sierra de Francia: el camino del Agua, el Camino de las raíces y el Asentadero-Bosque de los Espejos. www.salamancaemocion.es

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