Iglesia de San Martín
Es el templo románico más importante de la ciudad después de la Catedral. Su fundación por Martín Fernández, caudillo de los pobladores torensanos, data de 1103.
La construcción actual corresponde a fechas avanzadas de este siglo, con obra en el XIII y reformas fundamentales en el XVIII que alteraron la fisonomía del edificio. La capilla de Nuestra Señora de las Angustias destrozó y ocultó hasta 1958 la portada románica de los pies, a la que se ha añadido un tímpano barroco.
Consta de un simple arco semicircular abocinado, que acoge seis arquivoltas en las que predomina la decoración vegetal. La quinta, con alguna dovelas destruidas, se decora con temas animados de escenas «costumbristas» que parecen corresponder a los trabajos de los meses (el único calendario románico salmantino realizado en piedra) y seres monstruosos.
La portada norte es más sencilla, pero bien conservada, con una de sus arquivoltas lobulada como las de algunas iglesias zamoranas.
Su planta, de tres naves y tres ábsides, no tiene crucero. La cubierta de la nave mayor es de cañón apuntado y las laterales de aristas fueron sustituidas por ojivas, con plementería anillada, según modelo de algunos tramos de la vecina catedral.
Destacan algunas claves, como la del ángel astróforo que sostiene la luna sobre un paño.
En 1854 se tuvieron que renovar los dos tramos orientales de la nave, que tras un incendio destruyó el retablo mayor atribuido al escultor Gregorio Fernández. A lo largo del siglo XX se han realizado diversas reformas en la iglesia que han reforzado su estabilidad.