La bodega El Hato y el Garabato de Arribes recibe una mención especial en los Premios de Enoturismo Rutas del Vino de España
La bodega El Hato y el Garabato, situada en la Ruta del Vino de Arribes, ha sido distinguida con una mención especial en los prestigiosos VII Premios de Enoturismo Rutas del Vino de España. Este reconocimiento, otorgado por la Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN), destaca su labor en la protección y promoción del patrimonio cultural y natural de la región de Arribes, en un esfuerzo que combina la tradición vitivinícola con la sostenibilidad y el turismo responsable.
Ubicada en la pintoresca localidad de Formariz, la bodega es un proyecto de José Manuel Benéitez, Liliana Fernández y Luis Fernando Cabrero, quienes han dedicado su trabajo a la recuperación de variedades de uva autóctonas y poco comunes, como la Juan García y la Bruñal. Estas cepas únicas, preservadas en parte por el aislamiento geográfico de la región, permiten que Arribes mantenga un paisaje vitícola exclusivo, con un gran valor cultural e histórico. Gracias a su enfoque, la bodega no solo ofrece experiencias auténticas y sostenibles a sus visitantes, sino que también promueve la revitalización de los pequeños pueblos del entorno, posicionándose como un referente en la cultura del vino de Castilla y León.
El jurado de los Premios ACEVIN subrayó el esfuerzo de El Hato y el Garabato “por la creación de actividades enoturísticas que transmiten la cultura local con un fuerte compromiso hacia la sostenibilidad”. La bodega ofrece experiencias que invitan tanto a profesionales como a aficionados a descubrir y participar en el patrimonio enológico de Arribes, una región que respira historia y tradición en cada una de sus bodegas.
Este galardón es particularmente importante porque pone en valor la misión de la bodega de compartir conocimientos y técnicas tradicionales con todos los públicos, desde expertos del sector hasta visitantes con interés en descubrir el mundo del vino. De esta forma, El Hato y el Garabato se ha convertido en una ventana para dar a conocer los métodos y prácticas enológicas que han sido parte de la cultura de Arribes durante generaciones.
La Ruta del Vino de Arribes no es la única destacada en Castilla y León dentro de estos premios. En esta edición, la Comunidad Autónoma suma un total de cuatro premios y tres menciones especiales en distintas categorías de enoturismo, reafirmando la calidad y sostenibilidad de sus bodegas y rutas del vino. Estos galardones consolidan a Castilla y León como uno de los destinos enoturísticos más valorados de España, con una apuesta continua por la protección del patrimonio cultural y la promoción del turismo rural sostenible.
Este reconocimiento se suma al premio otorgado en 2020 a la Ruta del Vino Sierra de Francia, también en Salamanca, que fue galardonada por su excelencia en la promoción de prácticas enoturísticas responsables. Este conjunto de premios en los últimos años evidencia que Castilla y León no solo posee una tradición vinícola milenaria, sino también una dedicación renovada por integrarse en la modernidad de la mano de la sostenibilidad.
Desde su creación, los Premios ACEVIN se celebran cada dos años para reconocer y premiar las mejores iniciativas de enoturismo en España. En la presente edición, un total de 123 candidaturas de 27 rutas del vino participaron en esta prestigiosa competencia, destacando proyectos por su impacto positivo en la calidad, el desarrollo rural y la sostenibilidad. La ceremonia de entrega de premios tendrá lugar el próximo 15 de noviembre en el Auditorio del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, en Madrid, donde se celebrará la contribución de estos galardonados a la cultura del vino y al desarrollo turístico del país.
La mención especial otorgada a El Hato y el Garabato destaca no solo a la bodega, sino también a toda la Ruta del Vino de Arribes, en la que se preservan cepas autóctonas y se promueve la cultura rural. Este galardón es un recordatorio de que el turismo enológico en Castilla y León es un verdadero motor para la región, capaz de atraer visitantes y generar un desarrollo sostenible.
Con cada vez más premios y menciones especiales, Castilla y León se posiciona firmemente en el panorama nacional e internacional del enoturismo, no solo como una tierra de vinos de calidad, sino también como un lugar comprometido con el legado cultural y el desarrollo responsable.