El Centro Comercial El Tormes ha vivido esta mañana una jornada muy poco habitual. A las 09:30 horas, el complejo comercial se convirtió en el escenario de un simulacro antiterrorista dirigido por la Guardia Civil, dentro de su programa de entrenamientos periódicos destinados a mejorar los protocolos de actuación ante situaciones de emergencia extrema. El ejercicio, cuidadosamente planificado, permitió poner a prueba un amplio despliegue operativo y la coordinación entre distintas unidades especializadas.
Un simulacro realista para probar la respuesta ante un ataque
El entrenamiento comenzó con la recreación de un aviso de atentado con arma de fuego en el interior del centro comercial, una situación que activó de inmediato la intervención de varias patrullas de seguridad ciudadana pertenecientes a la Compañía de la Guardia Civil de Santa Marta. A ellas se sumaron unidades de apoyo altamente especializadas: la USECIC, encargada de la respuesta táctica; el equipo de búsqueda y localización de explosivos (EBYL), formado para actuar ante amenazas de artefactos; y el equipo PEGASO, responsable de coordinar RPAs y medios de vigilancia aérea.
Todas estas unidades, integradas en la Comandancia de Salamanca, trabajaron de forma sincronizada para garantizar un ejercicio eficaz y lo más parecido posible a un escenario de emergencia real.
Apoyo aéreo y despliegue de unidades de élite
El simulacro contó también con la participación de un helicóptero del Servicio Aéreo de la Guardia Civil, que ofreció apoyo visual y operativo desde el aire, y con especialistas del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS) desplazados desde León para reforzar la actuación en tierra.
Una vez confirmada la naturaleza terrorista ficticia del incidente, se activó el Puesto de Mando Avanzado (PMA) y la sala de crisis, coordinada por el Teniente Coronel Jefe de la Comandancia y la Subdelegada del Gobierno en Salamanca, quienes supervisaron el desarrollo del ejercicio y la toma de decisiones estratégicas.
Ejecución de los protocolos previstos para un caso real
Durante la práctica se llevaron a cabo los mismos protocolos establecidos para una emergencia auténtica. Las unidades de USECIC y GRS realizaron la búsqueda y neutralización de los supuestos atacantes, mientras que el helicóptero y los drones del equipo PEGASO ofrecían apoyo aéreo constante.
También intervino el Grupo de Información de la Guardia Civil, encargado de la hipotética investigación posterior a los hechos simulados, completando así un operativo integral que abarcó desde la respuesta inmediata hasta el análisis de la amenaza.
Objetivos del simulacro: eficacia, coordinación y mejora continua
La Guardia Civil realiza este tipo de ejercicios con varios objetivos fundamentales:
- Evaluar la eficacia de los procedimientos actuales en un escenario complejo.
- Fortalecer la coordinación entre unidades, tanto terrestres como aéreas.
- Comprobar la capacidad de respuesta conjunta ante un ataque súbito o una amenaza real.
- Optimizar la seguridad de la zona y los procesos de evacuación de posibles víctimas.
- Detectar mejoras y medidas correctoras que permitan perfeccionar intervenciones futuras.
Estos entrenamientos son esenciales para garantizar una actuación rápida, coordinada y segura en situaciones de emergencia, reforzando así la protección de la ciudadanía.
La Guardia Civil recuerda la utilidad de la app ALERTCOPS
Con motivo del ejercicio, la Guardia Civil aprovechó para recordar la importancia de ALERTCOPS, una aplicación gratuita que permite contactar de manera directa con los Centros Operativos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Además, envía avisos al móvil cuando el usuario se encuentra en zonas afectadas por incidencias o amenazas, convirtiéndose en una herramienta eficaz para reforzar la seguridad ciudadana.
El Tormes agradece la profesionalidad del operativo
Desde el Centro Comercial El Tormes se ha agradecido públicamente a la Guardia Civil su profesionalidad y la impecable ejecución del operativo, que se desarrolló con total normalidad y sin impacto en la actividad del centro. El simulacro se convirtió así en una oportunidad para reforzar la seguridad y poner en práctica los protocolos que garantizan, día a día, el bienestar de clientes y trabajadores.











